Cómo la IA ha favorecido la tecnología financiera
Es un hecho que la inteligencia artificial está cambiando la forma en que vivimos. Pensábamos que faltaba mucho para que las “máquinas” fueran capaces de ejecutar acciones y resolver problemas, pero ahora es posible ver varios usos de la Inteligencia Artificial en cualquier industria.
Los servicios financieros son un ejemplo. En los últimos años el sector ha experimentado cambios importantes debido a las altas exigencias del consumidor, siendo la tecnología base del cambio positivo y evolución con modelos de IA capaces de evaluar y procesar en tiempos mínimos solicitudes de crédito, automatizar procesos, mejorar los servicios de atención y generar nuevas e importantes oportunidades de ingresos a través la venta cruzada.
Debido a que todos los días se generan miles de millones de transacciones y solicitudes, lo que supone una enorme cantidad de datos que se han convertido en la clave para obtener información y generar valor, la IA se está aplicando cada vez más para sacar el mayor provecho de la digitalización en la industria. En general, la IA puede verse implementada en un amplio espectro de casos, no obstante, en la industria destacan tres muy particulares.
Inteligencia artificial para mejorar la toma de decisiones
Antes una decisión de financiamiento podía tomar días o incluso semanas, sin siquiera tener la certeza de que fuera una respuesta positiva. Ahora la IA ofrece una evaluación rápida y acertada, con un costo mucho menor.
Pongamos un ejemplo; un score crediticio que utiliza IA es mucho más sofisticado comparado con criterios tradicionales de score de crédito. El por qué es la exhaustiva ayuda a los prestamistas a distinguir entre cliente de alto riesgo y aquellos que no son riesgosos, pero no tienen un historial de crédito.
La ventaja es que estos sistemas –a diferencia de un humano– son completamente objetivos, por lo tanto, existen menores sesgos al tomar decisiones. Hoy en día las fintech usan algoritmos de aprendizaje automático, también conocido como machine learning.
Esto se ve beneficiado gracias a la información alternativa de diferentes cuentas bancarias o incluso de un smartphone, datos que pueden ayudar a evaluar mejor a clientes potenciales de un financiamiento proporcionando opciones personalizadas y en tiempo real.
Gestión de riesgo y prevención de fraude
Así como pasa con la toma de decisiones para otorgar, o no, un producto financiero basado en data analizada por la IA, la tecnología complementa de gran manera analizando riesgos y previniendo fraudes posibles, algo que hasta hace unos años era un auténtico dolor de cabeza para muchas instituciones del sector.
Todo recae en la potencia del procesamiento que permite manejar grandes cantidades de datos en poco tiempo, ayudando a administrar datos estructurados y no estructurados, una tarea que a un humano le llevaría demasiado tiempo. Hoy en día los algoritmos de las IA son capaces de analizar historiales de transacciones e identificar a tiempo signos de futuros problemas.
Gracias al análisis en tiempo real que ofrece la IA, es posible hacer predicciones y generar detalles basados en múltiples variables, indispensables para la detección de riesgos para las instituciones.
Por otra parte, la inteligencia artificial también ha resultado especialmente efectiva en la prevención de fraudes crediticios, mismos que han tenido un crecimiento exponencial en los últimos años a causa del incremento del comercio electrónico y transacciones en línea.
La tecnología hoy en día es capaz de detectar fraude analizando comportamientos de los clientes, ubicación y hábitos de compra. Para esto simplemente se han establecido mecanismos de seguridad cuando algo parece salir de la normalidad y contradice patrones de un usuario.
IA en el factoraje financiero
Así como la IA se puede aplicar en rubros del sector financiero como capital de trabajo, préstamos, financiamiento o tarjetas de crédito –por decir algunos–, la tecnología también forma parte del día a día del instituciones dedicadas al factoraje financiero, una opción muy popular para las empresas que necesitan una solución rápida y eficiente para gestionar sus deudas y mejorar su liquidez.
La IA puede ser utilizada de muchas maneras en el proceso de factoring, desde la automatización de tareas hasta la toma de decisiones más complejas.
De hecho, una de las principales formas en las que la IA beneficia a este sector es a través de la automatización de tareas; por ejemplo, la IA puede ser utilizada para analizar grandes cantidades de datos y extraer información útil sobre el comportamiento de pago de los clientes de una empresa. Esto permite a empresas de factoraje financiero como Xepelin, tomar decisiones más informadas sobre quién debe ser priorizado para el cobro y cómo deben ser contactados.
Un punto que ha sido crucial en el crecimiento del sector es el uso de la tecnología para automatizar la toma de decisiones en el proceso de factoraje. Por ejemplo, el motor de decisiones inteligente puede analizar datos sobre el comportamiento de pago de los clientes de la empresa y tomar decisiones sobre quién debe ser priorizado para el cobro y cómo deben ser contactados, algo que puede ayudar a ahorrar tiempo y esfuerzo para cualquier empresa.
Hoy en día la IA se ha convertido en una herramienta muy útil para grandes empresas de factoraje, al permitir mejorar el rendimiento de una empresa accediendo a financiamiento personalizado de forma 100% digital, monitoreando el estatus de operaciones en vivo o incluso solucionando necesidades de capital de trabajo.
Es un hecho que si bien la IA no reemplazará completamente a los humanos, actualmente es una herramienta indispensable que puede ayudar a mejorar la eficiencia y el rendimiento de las empresas.
Debemos esperar que todo tipo de asistentes y apps continuarán desarrollándose y fortaleciéndose para ofrecer un sector financiero más sólido. De acuerdo con Forbes, 65% de los expertos en administración de finanzas esperan cambios positivos del uso de inteligencia artificial en servicios financieros para los próximos 5 años, algo que sin duda beneficiará no solo a la industria, sino también a los usuarios.